Psicología Clínica

Terapia de pareja y terapia de familia. Tratamiento de adicciones. Intervención con conductas violentas. Tratamiento psicológico en el ámbito de la salud. Intervención en situaciones de duelo. Intervención grupal.

Terapia de Pareja

Cuando surgen problemas en la relación de pareja muchas veces se produce un proceso de distanciamiento y de culpabilización hacia el otro/a, comenzando a fallar la comunicación positiva dirigida a enfocar de modo resolutivo los problemas surgidos.

La terapia de pareja se dirige a conseguir valorar, conjuntamente con la pareja, los verdaderos aspectos que han producido este alejamiento, tratando de evitar la culpabilización y centrando a las partes en el reconocimiento individual de los puntos donde cada uno pueda haber fallado.
Así, la terapia irá dirigida a entrenar a las partes en una comunicación activa positiva cuya finalidad sea conseguir alternativas adecuadas a cada una de las necesidades expuestas.

La terapia combina intervenciones individuales donde se trabajan aspectos personales de cada una de las partes con intervención de pareja para poner en común los objetivos conseguidos o que continúan siendo motivo de cambio.

Terapia familiar

La Terapia Familiar permite ofrece un contexto en el que poder abordar de un modo diferente qué ha llevado al núcleo familiar o a alguno/s de sus miembros a tener los problemas que presenta y cómo, entre todos, se puede buscar nuevas historias que puedan explicar mejor las relaciones y soluciones alternativas para cada uno de los integrantes de la familia, ya que todos, de uno u otro modo, están padeciendo ese sufrimiento.

Con la terapia de familia se pueden abordar problemáticas relacionales entre padres e hijos, entre hermanos, con la familia extensa (abuelos, tíos, primos,…). En ocasiones se trabaja sobre conflictos que acaban de aparecer y han supuesto una crisis importante en la familia y otras veces, se trabaja con conflictos cronificados, que llevan años de evolución.

La Terapia Familiar también es un enfoque adecuado cuando queremos abordar los problemas emocionales y de sobrecarga que viven los familiares que atienden a pacientes con enfermedades mentales graves (Esquizofrenia, Depresión,…) demencias (Alzheimer, Parkinson,…) y otras enfermedades físicas crónicas e incapacitantes como el cáncer, la esclerosis múltiple u otras.

Tratamiento en Adicciones

El uso de drogas por parte del hombre es tan antiguo como su propia historia. Desde antaño el alcohol o las plantas psicoactivas han formado parte de la ‘cultura’ y han sido consumidos ampliamente si bien por muy diversos motivos y de forma claramente diferente, tanto en occidente como en oriente, en el norte y en el sur. El alcohol forma parte del legado histórico del cristianismo, mientras que el recurso a las plantas psicoactivas ha estado más ligado a la cultura oriental. Con el devenir de los tiempos su uso no solo no ha decrecido sino que ha pasado a ser un problema socio sanitario de primer orden. Han cambiado los motivos por los que se consume y se han modificado las formas de administración, pero el uso permanece.

En un primer momento se hace necesario proveer las acciones precisas para que el paciente abandone por completo la conducta adictiva ayudado por procedimientos psicológicos y farmacológicos (en su caso) adecuados, orientados a la superación del síndrome de abstinencia.

Se planificarán y se realizarán los cambios necesarios orientados a la evitación de los estímulos asociados a la conducta descontrolada.

Se introducirán procedimientos psicológicos orientados a la solución de problemas específicos: control de la ansia (craving), entrenamiento distractor, técnicas de auto control, control de la ansiedad/disforia, ejercicios respiratorios, ejercicios de relajación, , programación de actividades, resolución de conflictos interpersonales, entrenamiento en habilidades sociales, intervención en el estilo de vida, técnicas de Reestructuración Cognitiva, etc.

Una estrategia de evitación de riesgos sugeriría a medio plazo la introducción de la exposición por parte del paciente a estímulos relacionados con la conducta adictiva (solo o acompañado) sin que ejecute dicha conducta compulsiva (exposición con prevención de respuesta).

Finalmente, como en todo programa de tratamiento psicológico, es preciso la instauración de procedimientos psicológicos de prevención de caídas y recaídas.

Intervención grupal – Actuar positivamente ante la separación

El programa se lleva a cabo con grupos reducidos. Se busca la participación de los asistentes y el trabajo personal, dirigido a la aceptación y comprensión del cambio familiar vivido.

Psicología a domicilio

Del mismo modo que cuando estamos enfermos el médico acude a visitarnos a nuestro domicilio, nosotros queremos ofrecerle este servicio y que sea el psicólogo quien se desplace hasta su casa.

La psicología a domicilio tiene las siguientes ventajas:

Hay mucha gente que deja de hacer psicoterapia por falta de tiempo o por problemas físicos o psicológicos que le impiden salir de casa.

Hay aspectos que se pasan por alto o no se aprecian ni en la consulta ni en una sesión on-line. Trabajando desde el entorno en el que vive el paciente, se obtiene mucha más información y se pueden empezar a hacer modificaciones in situ.

Se trata de un servicio cómodo en el cual no se producen tiempos de espera.

¿Quién puede necesitar un psicólogo a domicilio?

La psicología a domicilio está especialmente indicada para aquellas personas que tienen problemas físicos, que carecen de una buena salud o que son dependientes y no se pueden mover de su domicilio. También está pensada para aquellos que tienen problemas psicológicos relacionados con el hecho de tener contacto con el mundo exterior; Por ejemplo: alguien que padezca de agorafobia o que tenga problemas para relacionarse con las personas.

Quienes tienen conflictos con la pareja o problemas relacionales con los hijos también se pueden beneficiar de este servicio. Las discrepancias inter generacionales, la adquisición de los hábitos de comida, sueño o estudios en los hijos; la negociación de las normas de convivencia así como el establecimiento de las funciones parentales son aspectos que pueden evaluarse mucho mejor desde el lugar donde se desarrollan.

Psicologa Castellon, Mediacion Familiar, Centro Psicologia Olga Beltran Llago
Preguntas Frecuentes

En ocasiones, recurrir a la ayuda de un psicólogo puede percibirse como una muestra de debilidad. No obstante, cada vez se valora más la decisión de buscar ayuda profesional cuando nos enfrentamos a situaciones que nos resultan difíciles de superar por nosotros mismos o cuando experimentamos malestar emocional significativo. En realidad, buscar apoyo psicológico demuestra inteligencia y habilidad de adaptación al utilizar los recursos disponibles en nuestro entorno, incluyendo a los profesionales que se dedican a nuestra salud mental.

Hay diversas situaciones en las que la intervención de un psicólogo puede ser beneficiosa, abarcando desde dificultades de adaptación hasta malestar emocional intenso. La variedad de síntomas psicológicos es extensa, y algunos de los motivos más comunes para buscar ayuda son:

Depresión (trastornos depresivos, bipolares, síntomas depresivos reactivos a situaciones ambientales).
Ansiedad (trastorno de pánico, agorafobia, ansiedad generalizada).
Problemas del sueño.
Trastornos de la personalidad.
Trastornos adaptativos.
Reacciones a estrés intenso (breve, estrés post-traumático).
Trastornos de la conducta alimentaria.
Trastorno obsesivo compulsivo.
Dificultades en las relaciones (pareja, familia, amigos).
Dificultades en la educación de los hijos.
Duelo.
Fobias simples.
Trastorno de ansiedad generalizada.

Cada caso es único, y la ayuda de un psicólogo clínico puede marcar la diferencia en la superación de estos desafíos.

Por lo general, al iniciar la terapia psicológica, las sesiones suelen programarse semanalmente. Esta periodicidad inicial contribuye a fortalecer la relación terapéutica y a construir confianza en el terapeuta. Además, permite realizar una evaluación exhaustiva y un inicio de la intervención para obtener resultados más rápidos y eficaces. A medida que se observan mejoras y el cliente alcanza una mayor estabilidad, es común espaciar las sesiones a cada quince días, aunque esta frecuencia puede variar según las necesidades específicas del caso. Con el progreso continuo, se planifican sesiones de seguimiento cada vez más distanciadas en el tiempo, enfocadas en mantener y reforzar la mejoría. La alta terapéutica se otorga cuando se alcanzan los objetivos terapéuticos establecidos.

Inicialmente, el psicólogo clínico realiza una primera entrevista para comprender la razón de la consulta por parte del paciente. Después de evaluar la pertinencia del tratamiento y establecer los detalles del encuadre terapéutico (frecuencia, duración, tarifas), y si tanto el cliente como el terapeuta están de acuerdo en establecer una colaboración para la terapia (alianza terapéutica), se procede con las siguientes sesiones.

En las siguientes dos o tres sesiones, dependiendo de la historia del individuo, se realiza una evaluación exhaustiva de la psicobiografía de la persona. Esta evaluación emplea diversas técnicas, como la entrevista clínica y pruebas psicométricas estandarizadas. Después de analizar y sintetizar la información recopilada, se presentan al cliente hipótesis sobre los factores que podrían ser el origen, precipitantes y mantenedores de los síntomas o dificultades expresadas.

Se inicia la construcción de un plan de tratamiento personalizado, adaptado a las necesidades del cliente, utilizando técnicas respaldadas científicamente y diseñadas para ser eficaces en relación con sus síntomas específicos. A lo largo de la terapia, se evalúa de manera continua la eficacia del plan de tratamiento para alcanzar los objetivos terapéuticos establecidos. Este proceso permite una adaptación constante para asegurar que la terapia sea efectiva y satisfactoria para el cliente.

Abrir chat
Hola,
¿En que podemos ayudarle?